tal como me pidió,
continuo con el relato de nuestras aventuras. Nuestro peculiar grupo
de aventureros salió temprano de Nur-Sar escoltados por una pequeña
guardia en dirección a Hondonada del Halcón, un pequeño pueblo
fronterizo y el lugar por el que el los grupos de aventureros que nos
precedieron también iniciaron su camino. Según nos informaron es un
pequeño pueblo que vive del comercio y de una explotación maderera
que hay en los alrededores. El viaje fue sin incidentes y nuestra
escolta nos dejó a bordo de un transbordador que nos llevaría a
territorio algo hostil.
Durante el camino
aproveché para amenizar el viaje a mis compañeros con algo de
música y les expliqué un encuentro que había tenido en los
jardines de palacio poco antes de salir. Me encontraba yo haciendo
mis ejercicios de meditación, cuando una joven y bella muchacha,
aunque algo alta, me abordó. Mi dijo que sabía quien era yo, y que
iba a salir de viaje. Le pregunté si quería que le trajera algo del
viaje y me respondió negativamente. Me dijo que se llamaba Lia. Su
novio, de nombre Lain Bestwol, era el guía y explorador que iba con
la compañía de Dark Falcon que salió hace dos meses. Me pidió con
lágrimas en los ojos que, por favor, buscara a su novio durante mi
viaje y, si era posible, lo trajera sano y salvo a casa. Le dije que
sí, claro, que sería sencillo. Al acabar mi pequeña historia y
cuando estuve a punto de retomar mi concierto de flauta, Mirtha nos
comentó que todo nuestro material lo había pagado Dark Crown en
deferencia a la dificultad de nuestra empresa y que también le había
pedido un favor. Él sentía que su hermano había muerto, pero le
pidió a Mirtha que si halláramos su cadáver recuperáramos un
anillo que llevaba puesto y que era una herencia familiar. Y, claro,
Mirtha no pudo negarse. Kryll y Nebin no explicaron nada, pero estoy
convencido de que ambos en la víspera tuvieron encuentros y
secretos.
Llegamos a
Hondonada del halcón y al momento nos pusimos a trabajar. Explicamos
a quien nos quería escuchar que estábamos de viaje haciendo una
peregrinación y viaje por estas tierras. Aprovechábamos para
preguntar de forma disimulada por el grupo de Dark Falcon haciendo
mayor hincapié en su joven explorador con la excusa que había
quedado que él nos acompañaría en nuestros viajes, pero no se
había presentado en el momento del encuentro.. Hablamos con un grupo
de ancianos que entretenían la mañana viendo quién llegaba en el
transbordador y recordaban al grupo. “Apestaban a chelais”, nos
dijeron, aunque también reconocieron que no causaron ningún
problema ni disturbio. Encaminamos nuestros pasos a El sueño del
Yak, una agradable posada regentada por un simpático mediano. El
grupo me encargó que pidiera habitación y encargara cena. El dueño
de la posada nos ofreció una estupenda habitación para pasar la
noche y me pasó a explicar que tenían dos tipos de cena. La gourmet
y la económica. La primea consistía en ciervo, pichón, codornices,
patatas picantes y otras delicias de difícil digestión. La
económica era una estupenda y reconstituyente sopa de nabo sin sal,
sin aderezos y sin guarnición. La elección era fácil. ¿Quién
puede resistirse a las delicias del nabo?
Tras dejar nuestro
equipaje en la posada nos fuimos a explorar el pueblo de Hondonada
del halcón. Es una pequeña villa muy agradable y bonita; un lugar
que creo que sería de su agrado, maestro. Nuestros pasos nos
llevaron a una tienda donde pude hacerme con un mapa de la región
(¡por fin he estrenado mi estuche de mapas!) y donde compramos algo
de material de viaje a un precio algo caro. Tras esto nos encaminamos
por varias recomendaciones a la tienda de una tal Laurel, persona muy
reconocida y respetada en el pueblo como curandera y que regenta una
buena herboristería. Allí nos hicimos con varias pociones y
antivenenos y hablamos con ella. Nos dijo que había conocido al
grupo de Dark Falcon, aunque ella no lo conocía por ese nombre
evidentemente, y se habían ganado sus simpatías. No causaron ningún
problema en el pueblo y que estuvieron preguntando por lugares de
culto enano abandonados hace tiempo y por la forma de cruzar el Paso
del Colmillo. Nos dijo que tras informarse se habían encaminado
hacia el campamento maderero que había a las afueras del pueblo para
hablar con un leñador llamado Milon Roda. Dijimos que nos gustaría
ir para allá y seguir los pasos de ese grupo. Nos habló que el
campamento maderero era un lugar duro y peligroso sobre todo por el
capataz del lugar, un hombre de apellido Troskavich, borracho y
pendenciero al que le costaba poco encontrar problemas.
Tras explicarnos
todo eso, el grupo se separó. Mirtha y Nebin se quedaron en la
tienda comprando. Krill decidió ir al
templo de la ciudad para hablar con Lady Cirtera, la sacerdotisa del
pueblo. Y yo me fui a la plaza del templo a entretener a los niños
con unas canciones, unas acrobacias y unos juegos. No me cayó
ninguna moneda, pero con la risa de los niños me sentí bien pagado.
Entre música y
juegos se hizo de noche y me encaminé hacia la posada. Allí nos
reunimos todo el grupo ante un buen plato de sopa de nabo. Y
sorprendentemente, pese a lo deliciosa que estaba ninguno de mis
compañeros pareció entusiasmarse con el plato y preguntaron al
posadero si podía proporcionarles algo de carne. Luego me
preguntaron qué tipo de habitación había conseguido y les hablé
de cuatro estupendo jergones de paja no muy húmeda en un rincón. Se
miraron entre ellos y me hicieron prometer que nunca, nunca, nunca
más me encargaría yo de conseguir ni alimentos ni habitación.
Tras la cena
hablamos de lo que habíamos descubierto. Kryll nos refirió su
conversación con Lady Cirtana que le habló tanto de un monasterio
enano abandonado, como del pueblo enano abandonado de Raseri Kanton
del que se cuentan historias llenas de apariciones, muertos y
fantasmas. Le explicó historias del bosque y los peligros que
encierra (monstruos, criaturas extraordinarias, animales salvajes,
hasta una bruja y todo dicen que hay). Tras la conversación nos
fuimos a dormir.
A la mañana
siguiente nos levantamos temprano para ir al campamento maderero. Le
hicimos un favor a Laurel y llevamos unas medicinas que tenían
encargados. Hacía allí fuimos. Un viaje sin incidentes y una
llegada sin problemas. Conocimos al jefe de la explotación,
Troskavich. Nos recibió borracho y de malos modos. Me pareció un
hombre triste y atormentado. Luego nos enteramos que estaba así
desde que su hijo Jairo desapareció en el bosque. Cuentan que sigue
buscándolo pese a las semanas transcurridas. Una mala historia. A la
hora de cenar nos pusimos en contacto con Milon Roda que nos informó
de los secretos del bosque y lo que debíamos hacer para viajar por
él sin problemas. El principal consejo, no salir nunca del camino
trazado. Nos explicó que pese a ser un lugar peligroso, el tráfico
de viajeros es importante y que las patrullas de La Guardia del
Colmillo, un grupo de ciudadanos que patrullan para garantizar la
seguridad, hacen que el viaje sea mucho más tranquilo que hace unos
años. Milon es un hombre rudo, pero agradable. Tras la cena, que
consistió en una excelente sopa de nabo, no podía creer mi suerte,
nos retiramos a dormir. A la mañana siguiente nos acercaríamos al
monasterio enano abandonado conocido como Crisol de Drokstar.
Pero antes de
llegar al Crisol tuvimos un pequeño encuentro. En un claro del
bosque encontramos a una pequeña cría de zorro atrapada en una
trampa de cazador. No tuvimos tiempo ni de respirar y Mirtha ya había
bajado de su caballo y se disponía a liberar al pequeño zorro.
Consiguió romper el cepo sin mucha dificultad, pero al mismo momento
una flecha surgida de la nada impacto contra su hombro. Al momento
todos descabalgamos y nos pusimos a cubierto. Kryll advirtió que
había una sombra subida a los árboles. Nos lo indicó con un gesto.
Nebin se acercaba con cuidado a Mirtha para ofrecerle su ayuda y yo
me metí en el bosque intentando acercarme a la sombra y hacerla caer
del árbol con una certera pedrada. Pero no me hizo falta porque un
hechizo de Kryll hizo que esa sombra cayera del árbol. Era un ser
humanoide que tenía todos los visos de ser un cazador furtivo. Al
momento se incorporó y empezó a atacarnos. Y no solo él, sino que
le acompañaban dos pajarracos amaestrados que no nos produjeron
mucho daño, pero molestaban e incordiaban lo suyo. Sin muchas
dificultades conseguimos vencer al cazador y proseguir nuestro viaje.
Eso sí, Mirtha se llevó consigo al pequeño zorro convirtiéndose
en el quinto miembro de nuestro grupo.
Sin más
dificultados llegamos al monasterio conocido como Crisol de Drokstar.
Lleva años abandonado y la naturaleza no ha sido justa con él. Se
mantiene en pie una pequeña estructura central y una torre. Entramos
en el patio del monasterio y dejamos a resguardo a los caballos.
Mientras Mirtha y Nebin investigaban el patio y abrían la puerta
principal, Kryll y yo nos acercamos a la torre. Abrimos la puerta y
entramos; una larga escalera en buen estado ascendía y nos
preguntamos si debíamos subir. Pero la aparición de una enorme
araña que descendía a toda velocidad por su red nos hizo darnos
cuenta que no sería una buena idea. Gracias a un hechizo de Kryll
que dejó a la araña inconsciente, nos permitió salir de la torre
sin sufrir ningún daño. Y cerramos la puerta. Y nos prometimos que
no habría nada que nos la hiciera abrir de nuevo. Ni a los gnomos ni
a los medianos nos gustan las arañas gigantes.
Entramos en el
monasterio y empezamos a explorar. Nada de interés hasta encontrar
en una habitación el cadáver de un enano. Bueno, quedaba poco menos
que sus huesos, pero entre sus ropajes hayamos una nota: “Perdóname
Padre Oscuro de la Forja, mis esfuerzos nunca serán suficientes”.
Aventuramos que se había suicidado. Seguimos caminando por tan
abandonado y desolado lugar y llegamos a una capilla consagrada al
dios Thora que había sido profanada por los seguidores del dios
enano oscuro Drokstar. Encima del altar encontramos un yunque al que
habían arrancado piezas. Mientras observábamos el yunque Nebin miró
al techo.
- Esto – dijo -.
Creo que hay algo allí arriba. Y está bajando.
Y por el momento
lo dejo aquí, maestro. Creo que está carta es lo suficientemente
larga y ya debe estar cansado de leer nuestras aventuras. Hasta la
próxima misiva se despide con todos los respetos su fiel aprendiz
Wong-Fei
Hung
No hay comentarios:
Publicar un comentario